Pobre perro…
Los excursionistas sabían con certeza que una cosa era cierta, a pesar de sus muchas especulaciones y preguntas sin resolver: la perra no parecía estar en su mejor estado. Era evidente que estaba muy desnutrida y que quizá llevara un tiempo atrapada en la montaña. La pobre perra estaba aún más estresada ahora que había que alimentar a los cachorros de tigre. Cuando llegaron los excursionistas, sólo podemos imaginar lo aliviada que estaba la Golden. Sin embargo, le faltaba energía para expresar su alivio. Eran conscientes de que tenían que actuar.

Pobre Perro…
Una tarea difícil
Todos los excursionistas estaban de acuerdo en que tenían que ayudar al perro y a estos pequeños cachorros. Sin embargo, eran conscientes de que no sería sencillo. Sin duda carecían de medios para transportarlos montaña abajo. Por no hablar de que sería muy imposible que un coche llegara hasta ellos, dado que estaban a horas de distancia de la ciudad más cercana. Estaban seguros de no poner en peligro la vida de los cachorros ni la del Golden Retriever. Por lo tanto, siguieron esperando e ideando cosas. Sin embargo, no cabía duda de que el tiempo apremiaba.

Una tarea difícil